2 ago 2009

La Colonia






La Colonia
Período que comprende desde mediados del siglo XVI a 1810, fecha en que comienza el proceso de Independencia. La segunda mitad del XVI se caracteriza por la consolidación del proceso de Conquista, se fundan las primeras ciudades como Santiago, La Serena y Concepción, fuertes y asentamiento mineros, como el de Marga Marga, creando las bases para la permanencia definitiva de los españoles en el reino de Chile. Los últimos años del siglo XVI y comienzos XVII están marcados por las relaciones entre conquistadores e indígenas que llevan al desencadenamiento de la guerra de Arauco. Este enfrentamiento bélico cambia el carácter del trato que los aborígenes habían tenido hasta ese momento ya que en los otros territorios invadidos por los peninsulares, había sido menos dificultoso controlar la resistencia de sus ocupantes. Aquí en cambio, se crea un ejército profesional y permanente, al mismo tiempo que se autoriza, desde la monarquía, a esclavizar a los rebeldes, situación que causa criticas y divisiones al interior de los conquistadores. Pese a que el conflicto a ratos se vuelve cruento y sanguinario, y en otros momentos se acalla, al norte del río Bio-Bío y al sur del río Toltén, la colonización continua su curso. Se reanuda la fundación de ciudades, se consolida el sistema de administración imperial necesario para la organización del nuevo reino, aunque los primeros años se caracterizan por una permanente sustitución de gobernadores.
En otros ámbitos, la llegada de los jesuitas en 1593, potencia la creación de las primeras instituciones educativas. Diferentes órdenes religiosas se establecen en el territorio. La estructura social se consolida desde los primeros años. Hacia 1598 se calcula una población mestiza de quince mil personas, al mismo tiempo que el número indígenas disminuye, producto de los malos tratos, el trabajo forzado, la guerra y las epidemias como la viruela y el tifus. La economía colonial sufre un cambio hacia fines del siglo XVI y comienzo del XVII, dado el agotamiento de muchos de los yacimientos explotados. La actividad agrícola y el valor de la tierra se incrementan vertiginosamente. El cambio en la orientación económica, afecta igualmente la fundación de ciudades, que durante el siglo XVII decae notoriamente, en comparación con el siglo anterior. Es en este momento cuando se estructuran el sistema de la hacienda, de las grandes propiedades, la agricultura extensiva y los altos contingentes de mano de obra, originando una poderosa elite terrateniente.
El siglo XVIII se ve afectado por un cambio en la monarquía española, asumiendo el trono la dinastía Borbón. La nueva administración analiza lo que considera como perdida de poder paulatino en las colonias, y por tanto decide emprender una serie de reformas destinadas a recuperar su liderazgo. Dichas reformas se concentran en la fiscalización y supervisión exhaustiva de las actividades políticas y económicas en las colonias, provocando molestias en la elite criolla. En la práctica ello significa la división territorial del Imperio, y la creación de nuevos virreinatos, como el de Nueva Granada y el de La Plata, lo que al mismo tiempo facilita a la corona el control de los territorios más distantes. Se amplía y agiliza el aparato burocrático, por ejemplo, a través del sistema de intendentes y subdelegados, los primeros con responsabilidades militares, judiciales, económicas, e incluso eclesiásticas. Todos estos cambios en la centralización del poder, son en alguna medida antecedentes de los procesos independentistas que se llevan a cabo en el siglo siguiente.-

Administración imperial: creación de la Real Audiencia

Las autoridades comunes a todo el continente americano, pero que se localizan en Europa, son principalmente tres: El Rey, cuyo poder es absoluto, lo que implica que desde él se dictan las leyes, se nombran los funcionarios de la corona española y se determinan las facultades de los mismos. La única limitación al poder del monarca está dada por las autoridades eclesiásticas de la religión Católica. La Casa de Contratación, con sede en Sevilla, tiene a su cargo de todas las actividades relativas a expediciones de descubrimiento, conquista, organización colonial, al igual que todas las actividades comerciales entre España y América y viceversa. Estas responsabilidades son diversas ya que implican el trazado de mapas y rutas marítimas, la instrucción de los capitanes de barcos, el juzgamiento de los delitos de contrabando, y la censura a la difusión en el nuevo continente de libros prohibidos por motivos políticos o religiosos, entre otras. La tercera autoridad la constituye el Consejo de Indias, cuya función es principalmente legislativa: dictar leyes que regulen la administración colonial y revisar la que se dictan en América.
Los virreyes, son los funcionarios de más alto rango en las colonias propuestos por el Consejo de Indias y designados en última instancia por el monarca. A diferencia de los otros funcionarios, los virreyes debían proceder de la nobleza para poder ejercer en el cargo. Durante los siglos XVI y XVII se crean dos virreinatos, el de Nueva España, que incluye los territorios de México, la península de Yucatán y California, y el virreinato del Perú que abarca toda la América del Sur. Posteriormente en el siglo XVIII, se crean otro dos, el de Nueva Granada, que comprende Colombia y Ecuador, y el de Río de la Plata que incluye Argentina, Paraguay, y Bolivia.
En Chile, que depende del virreinato del Perú, existen otra serie de autoridades encargadas de administrar el territorio en el ámbito local. Los gobernadores, cuyo origen se remonta a las capitulaciones ya que dicho cargo es otorgado, en un primer momento, a los jefes de las expediciones descubridoras. Durante la Conquista esta función tiene, en ocasiones, carácter vitalicio y hereditario, pero una vez establecido el dominio español, es el monarca quien los nombra directamente o los confirma en el cargo. El Gobernador es el representante de la autoridad real en el territorio, dividido administrativamente en gobernaciones y capitanías generales. Debe actuar en función de los intereses del Estado, velar por la recaudación de los impuestos, por la difusión de la fe Católica y proteger a los nuevos súbditos de la Corona. Para ello, cuenta con amplias atribuciones militares, judiciales y administrativas. A fines del periodo colonial hay cuatro grandes capitanías generales. El Teniente Gobernador es el encargado de remplazar al Gobernador en caso de ausencias y asume el cargo de Gobernador Interino en caso de muerte del primero. Los oficiales reales son autónomos e independientes, incluso del gobernador, y tienen a su cargo la fiscalización los intereses pecuniarios de la corona y su correcto envío.
La Real Audiencia es el máximo órgano judicial, presidido por el gobernador, pero de manera presencial y honorífica. Sin embargo, sus funciones se extienden a otros ámbitos: asesorar al Gobernador, asumir el gobierno colectivamente en caso de vacío de poder y fiscalizar el cumplimiento de las leyes que favorecen a los indígenas. En Chile se instaura una Real Audiencia en Concepción en 1565, pero es suprimida en 1573 en el contexto de la guerra de Arauco. Posteriormente se crea otra en Santiago en 1606.
Los corregidores, son funcionarios de menor rango que asumen la administración de subdivisiones territoriales. Hoy día podríamos compararlos con las autoridades regionales o provinciales.
Finalmente están los cabildos, entidades que funcionan en torno a la vida de la ciudad, es decir, especies de municipios. Si bien, los cargos del Cabildo eran designados por los gobernadores, una vez que los miembros del Cabildo, llamados regidores, cesan en sus funciones pueden elegir a su sucesor. Las atribuciones del Cabildo son supervisar el aseo y ornato de la ciudad, preocuparse del funcionamiento de los servicios públicos y de la vida cotidiana de la comunidad en general. Estas entidades, serán esenciales en el desarrollo del movimiento emancipador.
Primeros títulos de nobleza y mayorazgo: La estructura social se defineEn tanto que América es sometida por los invasores, los territorios conquistados pasan a ser soberanía de la monarquía castellana. Primero se crean fuertes, ciudades y gobernaciones, originando verdaderos reinos que dan cuenta del poder imperial español. La administración colonial, es la base burocrática en donde se asienta el control y organización de las nuevas comarcas, originando así las primeras estructuras de una sociedad altamente jerarquizada.
En el desarrollo de la Conquista los expedicionarios españoles arriban sin sus mujeres, razón por la cual el mestizaje se produce rápidamente. Hacia finales de la Colonia esta situación afecta incluso a las más conspicuas familias. Este proceso se va dando gradualmente. Durante los siglos XVI y XVII, los estamentos se diferencian básicamente por la raza, y conforman una estructura piramidal. se ubican en la cúspide los españoles (blancos), le siguen los primeros mestizos, luego los indígenas y finalmente los negros. En la medida que el mestizaje aumenta, la estratificación se hace más compleja por la intervención de nuevos elementos, así como también de los criollos, o descendientes de españoles nacidos en América.
La especialización de las distintas funciones y el desarrollo de la economía colonial, igualmente influencian la estructura social del nuevo mundo. Los españoles son un grupo minoritario, pero que gozan de todos los privilegios. Militares, especialmente los de alto rango, funcionarios en los más altos cargos públicos, comerciantes y dueños de las mercedes de tierra que luego se convertirán en las grandes haciendas, integran este sector. Los criollos, o descendientes blancos de los españoles, son un número considerablemente mayor, especialmente hacia fines de la colonia. Usualmente heredan los privilegios de sus descendientes españoles, en particular las tierras y encomiendas. A pesar de no contar con el poder político, tienen gran influencia en la vida pública. Algunos blancos que no alcanzan posiciones de privilegio, se dedican a ejercer algún oficio, o bien son propietarios de terrenos pequeños pero que les permiten sobrevivir. Comerciantes, artesanos especializados y soldados de bajo rango, carecen de influencia pública sometiéndose a las decisiones del sector aristocrático. Los mestizos llegan a ser rápidamente, el grupo social mayoritario, convirtiéndose potencialmente en la masa trabajadora. Habitan en las zonas rurales ocupándose como peones en las haciendas, o bien en las minas. En las ciudades se ocupan del servicio doméstico, viven inestablemente en condiciones de mucha pobreza. La población indígena que habita hasta el río Bio-Bío vive sometida a las normas y exigencias de españoles y criollos, organizados en el sistema de encomiendas que los obligaba a tributar con trabajo. Sin embargo, los mapuches, localizados al sur del Bio-Bío, no logran ser dominados, desatando el conflicto bélico denominado guerra de Arauco.-

Economía colonial

Desde la Conquista, una de las principales motivaciones para dominar el Nuevo Mundo, es de índole lucrativa. Consecuentemente con esto, todo el sistema colonial se sustenta en una economía mercantilista asociada al desarrollo del capitalismo europeo. Así una de las principales actividades es la búsqueda y posterior explotación de metales preciosos.
En el período fundacional, el primer lavadero que se explota en Chile es el de Marga Marga, y sus riquezas son utilizadas para mantener el proceso de dominación. Posteriormente, la conquista de los territorios del sur permite la explotación de nuevos yacimientos, como el del estero de Quilacoya, un afluente del río Bio-Bío, La Imperial, la de Villarica, la de Madre de Dios en Valdivia y los de Pozuelo en Osorno. Es posible establecer que en estos primeros años la economía colonial chilena se sustenta en la explotación de la minería del oro.
Si bien existe comercialización de otros productos, el estado español mantiene sobre ellos el monopolio comercial. A través de un sistema de flotas y galeones, el intercambio es constantemente supervisado, realizándose dos veces al año en la ciudad de Cartagena, en donde desembarca todo lo que se produce en las colonias. Pero este inflexible sistema, produce inevitablemente que las colonias comercialicen en forma ilegal, a través del contrabando que en muchos casos llega a ser más intenso que el comercio formal.
Hacia finales del siglo XVI, los yacimientos de oro en Chile se agotan y se comienza a producir otro tipo de productos, destinados a satisfacer las necesidades y demandas de enclaves mineros, como el de Potosí en Alto Perú, y ciudades aledañas. Los primeros productos que se elaboran derivan de la ganadería, entre ellos el cuero, el sebo y curtiembres.
A mediados del siglo XVII, tras la crisis de trigo en Perú, se fomenta su comercialización, al igual que la de frutas y olivos. Es importante mencionar que estamos hablando de comercialización a gran escala, ya que en Chile, antes de la llegada de los españoles, existe un desarrollo agrícola autóctono, destacándose los cultivos de maíz, papa, quinoa, ají y zapallo, entre otros. El aporte de los españoles, en cambio, se relaciona con la ganadería, el ingreso de caballos, vacas, ovejas, cabras, gallinas, que se adaptan rápidamente, modificando la dieta de los indígenas.
Al inicio del siglo XVIII, Chile aparece como un centro importante de producción y exportación de trigo, las principales zonas donde se cultiva este producto son La Serena, Aconcagua y Concepción. El capital generado por la venta del trigo se invierte en objetos de consumo general, pero el efecto más importante es el aumento del valor de la propiedad, que da origen al sistema de la gran hacienda. Este sistema se convierte en la unidad económica básica, organizándose alejada de las ciudades como un mundo independiente con sus propias reglas. Las ciudades pasan hacer el centro político y administrativo, mientras la hacienda opera como el órgano productor. Desde estos latifundios se consolidan también las grandes familias que componen la aristocracia colonial. La mano de obra que en un comienzo se organiza a través de la encomienda -grupo de indígenas obligados a pagar tributo en trabajo, concedida por la Corona a los conquistadores- va siendo sustituida por el sistema de inquilinaje y peonaje

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